domingo, 3 de junio de 2012

LAS DIETAS I

Ahora que se acerca el verano todo bicho viviente está pensando en cómo debe quitarse los michelines cogidos durante el invierno. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), esos michelines se quitan quitando calorías y haciendo ejercicio. Así tenemos a un montón de Marujas, Manolos y Marujones yendo a fundirse la tarjeta de crédito al Decathlon comprándose zapatillas de correr, no valen las del año pasado, pantalones mayas negros y camisetas de esas que no dejan la mancha del sobaco y son de colores chillones, verde fosforito.

Los hay que además se compran la bici estática, la eliptica, el conjunto de pesas y demás sandeces. Dejándose una  pasta gansa por ahorrarse los 25 euros del gimnasio y eso que incluye las duchas. Es que es mejor hacerlo en casa. Bueno, es una opción, sin embargo, el ambiente del gimnasio y la obligatoriedad de hacer los ejercicios, no lo consigues en casa.

En casa no hay ni existe la motivación suficiente para hacer efectivos esos ejercicios, al margen de los aparatos que necersitarías. Bueno, Stallone y el terminator, sí lo consiguen, pero es que ellos tienen  un gimnasio entero en su sótano.

A lo que vamos, Además de gastarse un montón de dinero en máquinas y ropa, se suman las dietas. de estas las hay de todas clases y tamaños. La de la alcachofa, la de la manzana, la del agua, la de la naranja... aunque a mí siempre me ha gustad la del cucurucho...sí esa misma.

Revisando lo que los médicos nos dicen es que hay que reducir la ingesta de grasas y aumentar las verduras y frutas, es decir, los hidratos de carbono. Hay una cultura implementada de que las grasas son totalmente nocivas para el organismo. Sobretodo aquellas de origen animal. Y es por eso que nos aconsejan que lo mejor para la salud son las grasas vegetales. Pues bien, eso es una falacia como una casa.

Se puede adelgazar tranquilamente en casa, sentado en el sofá y viendo la tele, leyendo, o navegando por la red. Damas y caballeros, LO QUE NOS ESTÁ ENGORDANDO SON LOS HIDRATOS DE CARBONO. Me explico.

El Hombre no necesita comer hidratos de carbono para vivir, de hecho, este es un invento muy jóven en la edad del Hombre. Sólo tiene 10.000 años de antiguedad, el Hombre 200.000 años, entonces la pregunta es por qué engordamos.

Partimos de la base de que al aumentar la población disminuía la caza, así que los dioses enseñaron al hombre a cultivar hidratos de carbono en forma de trigo, patatas y arroz. Estos alimentos cargados de azúcar aumentaban la energía del hombre, que recordemos está formado por una base de carbono, llenando su organismo de féculas y harinas. Naturalemente, estos alimentos no estaban adulterados y el hombre trabajaba manualmente por lo que gastaba todo el azúcar que había en su organismo en un día. La carne quedaba relegada a los días de fiesta. Eso contribuyó a que aumentaran la fauna salvaje y el hombre, comenzó a tener animales de granja que les aseguraran su consumo semanal.

Ya en el siglo XX y concretamente después de la Segunda Guerra Mundial, la producción masiva de cereales y tubérculos, así como la industrialización de los aliementos, fijó las bases de una alimentación adulterad y guiada a unos intereses comerciales más que a los de la salud. La obesidad, diabetes, migrañas, etc. son sólo una muestra de las consecuencias de una dieta rica en hidratos de carbono (en adelante HC). Pero esas consecuencias benefician exclusivamente a otra industria, la farmacéutica, que nos venden miles de procuctos para adelgazar mientras sostienen a través de la OMS la base piramidal de los HC como principal alimento.

Los HC causan en el Ser Humano pereza, cansancio, obesidad, diabetes, y lo más importante...estupidez. En efecto, la mentira de que el cerebro necesita azúcar no es ni más ni menos que asegurarse de que el sujeto se vuelve estúpido y fácuilmente manejable.  Los HC son tan nocivos que incluso su privación crea en el hombre un síndrome de abstinencia peor que el de la cocaína o la heroína. Ansiedad, aumento y deseo de dulces, pan arroz. Mal humor, agresividad e incluso intolerancia social.

Está demostrado que realizar una dieta pobre en HC y rica en grasas animales, no sólo se pierde peso sino que se reducen considerablemente los niveles de colesterol y triglecéridos, se normaliza la insulina y se mejora la funciójn renal. Las grasa vegetales son de la peor calidad posible, y ojo, no hablo del acéite de oliva ni el de girasol. sino de las grasas de margarinas y las utilizadas en los preparados alimenticios industriales. Estas grasas hidrogenadas no se digierne y se acumulan en las células adiposas aumentando la retención de agua, en definitiva, engordándonos.

Una dieta basada en los hidratos de
carbono ni es saludable ni beneficiosa.
Y todo ello adornado por una publicidad aplastante que nos recomienda dar esos productos a nuestro hijos. Naturalemente esta industria tiene el beneplácito del gobierno y demás estamentos de la salud. Incluso los médicos se escandalizan cuando les dices que los HC y grasas saturadas son perjudiciales. ¡Coño, con lo bueno que está y es el tulipán!
Los aceites empleados, de palma y coco son los más tóxicos para el organismo, sin embargo son los más empleados por la industria de la bollería.  El pan blanco, el arroz, y el trigo, son puro azúcar que no sólo nos engorda, sino que además nos descontrola nuestros niveles de insulina en sangre.
Entonces, qué podemos comer. Verduras frescas, cereales integrales de calidad, pan integral y frutas. Pero en cantidades pequeñas, es decir, aumentar la ingesta de proteínas de carne blanca  y pescado. Las grasas animales y acetite de oliva y girasol. La ternera adelgaza de forma natural, el cerdo contiene proteínas de gran calidad, y su grasa es beneficiosa. Pollo, conejo, cordero. Pescados y mariscos, azul preferiblemente, es rico en omega 3 y 6. Consumir sal marina, en lugar de la común, es sodio puro y perjudica una barbaridad.




Y tengan presente que al ser el hombre una base de carbono somos como una esponja, cuando se hidrata, se hincha.


Continuará...



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